Peluche Pared

Las cabezas de peluche son uno de los complementos más actuales y de moda para las habitaciones infantiles,  dan un aire romántico y cálido,  a la vez que actual a las estancias en las que las colocamos.

Los peluches de pared, un complemento que se ha puesto de moda desde hace un tiempo como elemento decorativo actual y novedoso en las habitaciones infantiles.

Podemos encontrar representantes de la fauna salvaje más fiera fabricados en peluche con estilo realista (tigres, leones, jirafas), pero también podemos encontrar ejemplares de un salvaje rinoceronte o el gigante hipopótamo con un estilo menos realista adornados con detalles como diademas florales, sombreritos, tutús de gasa o pequeñas coronitas encima de la cabeza que consiguen alejar esa característica salvaje del elefante más grande de la sabana o el hipopótamo más fiero de la selva

Completan las colecciones de peluches de pared animales más cercanos para nosotros como son los adorables conejitos, los ciervos o incluso algún ratóncito con aire regio que nos observará desde la pared de nuestra habitación vigilando nuestros sueños.

Son muy sencillos de colocar en la pared con el gancho que llevan dedicado a tal fin y con la misma facilidad podemos descolgarlo para lavarlo o limpiarlo como cualquier otro peluche que no está fijado a la pared.

Los peluches de pared son un complemento decorativo que combina con la decoración más actual y también con la más clásica, según el color, modelo y animal que elijamos para ello. Los colores van desde los blancos, rosas o azul pastel a los más intensos color gris antracita, según la preferencia de los pequeños o de los mayores que, al fin y al cabo, solemos ser los que elegimos este tipo de detalles para las habitaciones de nuestros hijos e hijas.

El peluche de pared es un compañero fiel que siempre estará esperando en la habitación a que lleguen los habitantes de la misma, ya sea para dejar volar su imaginación a través de los juegos como para descansar del intenso día que siempre acompaña a la actividad de los más pequeños, vigilando, como si de un farero se tratase, que los sueños de los más pequeños sean tan dulces como reparadores

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Las cabezas de peluche son uno de los complementos más actuales y de moda para las habitaciones infantiles,  dan un aire romántico y cálido,  a la vez que actual a las estancias en las que las colocamos.

Los peluches de pared, un complemento que se ha puesto de moda desde hace un tiempo como elemento decorativo actual y novedoso en las habitaciones infantiles.

Podemos encontrar representantes de la fauna salvaje más fiera fabricados en peluche con estilo realista (tigres, leones, jirafas), pero también podemos encontrar ejemplares de un salvaje rinoceronte o el gigante hipopótamo con un estilo menos realista adornados con detalles como diademas florales, sombreritos, tutús de gasa o pequeñas coronitas encima de la cabeza que consiguen alejar esa característica salvaje del elefante más grande de la sabana o el hipopótamo más fiero de la selva

Completan las colecciones de peluches de pared animales más cercanos para nosotros como son los adorables conejitos, los ciervos o incluso algún ratóncito con aire regio que nos observará desde la pared de nuestra habitación vigilando nuestros sueños.

Son muy sencillos de colocar en la pared con el gancho que llevan dedicado a tal fin y con la misma facilidad podemos descolgarlo para lavarlo o limpiarlo como cualquier otro peluche que no está fijado a la pared.

Los peluches de pared son un complemento decorativo que combina con la decoración más actual y también con la más clásica, según el color, modelo y animal que elijamos para ello. Los colores van desde los blancos, rosas o azul pastel a los más intensos color gris antracita, según la preferencia de los pequeños o de los mayores que, al fin y al cabo, solemos ser los que elegimos este tipo de detalles para las habitaciones de nuestros hijos e hijas.

El peluche de pared es un compañero fiel que siempre estará esperando en la habitación a que lleguen los habitantes de la misma, ya sea para dejar volar su imaginación a través de los juegos como para descansar del intenso día que siempre acompaña a la actividad de los más pequeños, vigilando, como si de un farero se tratase, que los sueños de los más pequeños sean tan dulces como reparadores